Una prueba de enfermedades de transmisión sexual puede realizarse debido a una o más de las muchas enfermedades que se pueden contraer mediante el contacto de fluidos corporales durante la actividad sexual.

Tipos de enfermedades

La prueba de enfermedades de transmisión sexual más conocida es la prueba para el VIH o el virus de la inmunodeficiencia humana, el virus que causa el SIDA. Las enfermedades de transmisión sexual virales por herpes simplex, virus tipo 1 y 2, la hepatitis A y B y el virus del papiloma humano también se pueden detectar a través de pruebas de ETS, así como las enfermedades bacterianas, incluyendo la clamidia, sífilis y la gonorrea.

Procedimientos

Las pruebas para el VIH, el herpes y la sífilis se pueden hacer a través de un análisis de sangre. Las pruebas para la gonorrea y clamidia utilizan una muestra de orina o una muestra tomada del cuello del útero de la mujer o el interior del pene, en el hombre. El herpes y la sífilis también pueden ser probados mediante la obtención de una muestra de la vagina durante un brote activo de la infección. Los resultados de tales pruebas suelen ser confidenciales y pueden ser recogidos en el centro de pruebas, enviado por correo al domicilio del individuo, por teléfono o Internet a través de un número de identificación personal anónimo dado a la persona en el momento de la prueba.

ETS indetectables

Aunque estas pruebas pueden detectar una serie de enfermedades de transmisión sexual, hay algunas infecciones para las que no existe una buena prueba. Esto incluye las verrugas genitales y el VPH. Aunque hay pruebas de sangre para estas infecciones, no son especialmente fiables y, como resultado, un resultado negativo no significa que uno no ha sido infectado.

Sincronización

En algunos casos, el momento de la prueba de ETS es importante, ya que una prueba que se realiza poco después de la infección puede dar lugar a un resultado falso negativo. Las pruebas para el VIH, por ejemplo, pueden dar un resultado falso negativo si se hace dentro de los primeros tres a seis meses de tener el virus, ya que los anticuerpos en la sangre no se han elevado a un nivel detectable hasta ese momento. Se recomienda para cualquier persona que ha recibido un resultado negativo en los primeros tres meses, someterse nuevamente a dicho examen después de una posible exposición.

Razones para hacerse las pruebas

Muchas personas acostumbran a realizarse pruebas de enfermedades de transmisión sexual cuando inician una nueva relación para asegurarse entre sí que están sanos sexualmente. Otros lo hacen cuando muestran síntomas de una ETS o después de tener relaciones sexuales sin protección, durante las cuales pueden haber estado expuestos a una enfermedad, mientras hay quienes simplemente quieren hacer un seguimiento de su estado para su propia tranquilidad.

Las mujeres embarazadas a menudo se realizan las pruebas de enfermedades de transmisión sexual durante las visitas prenatales para recibir tratamiento antes del parto. En algunos estados, se requiere una prueba de VIH y otras enfermedades de transmisión sexual para obtener una licencia de matrimonio.