Los ginecólogos realizan varias pruebas para diagnosticar problemas en el sistema reproductor femenino. Algunas se hacen cada año, otras se hacen sólo si es necesario. Por medio de tales exámenes, que en su mayoría consisten en extraer una pequeña cantidad de tejido y enviarla al laboratorio para su análisis, se pueden diagnosticar muchas enfermedades.

Prueba de Papanicolaou

La prueba de Papanicolaou comprueba la presencia de inflamación, infección, células precancerosas y cancerosas en el cuello del útero, mediante el raspado de las células de la capa superior del cuello uterino. El procedimiento no se puede hacer durante un período menstrual, así como deben evitarse las duchas vaginales dos o tres días antes y las relaciones sexuales 24 horas antes. Una vez obtenidas, las células se envían a un laboratorio para su análisis, y unos días después los resultados se completan y se reportan al médico. La prueba de Papanicolaou se realiza normalmente cada dos o tres años y puede suspenderse en mujeres mayores de 65 años.

Enfermedades de transmisión sexual

Las pruebas para muchas enfermedades de transmisión sexual son realizadas si la paciente está preocupada ante la sospecha de tener una infección o si un ginecólogo observa cualquier signo de infección durante el examen pélvico. Generalmente se toman muestras de fluido vaginal con un hisopo, se envían a un laboratorio y se examinan bajo un microscopio para detectar, por ejemplo, la clamidia, la gonorrea, el herpes y la tricomoniasis.

Biopsia de cuello uterino

Una biopsia cervical se hace cuando se encuentran células anormales en una prueba de Papanicolaou. Durante la misma se extrae un pedazo de tejido del cuello uterino para ser analizado en busca de células malignas. Después del procedimiento puede presentarse un poco de sangrado, pero si aparecen signos de infección, como fiebre o flujo con mal olor, deben ser reportados al médico inmediatamente.

Biopsia endometrial

La biopsia endometrial se realiza para evaluar el sangrado anormal o para evaluar el revestimiento del útero en casos de infertilidad. Esta biopsia consiste en extraer una pequeña porción del revestimiento del útero, sin necesidad de anestesia, el procedimiento toma sólo unos minutos. Después del procedimiento es común que se presenten un sangrado ligero y calambres por uno o dos días.