El cuello del útero es propenso a desarrollar células con mutaciones genéticas que pueden crecer anormalmente rápido. El cáncer de cuello uterino de bajo grado es peligroso debido a su capacidad de convertirse en formas más invasivas de la enfermedad. Por esa razón, este tipo de cambios celulares suele ser monitoreado, aunque no pueda ser tratado inmediatamente.

Definición

Las células anormales se clasifican a menudo en base a su apariencia, las células de bajo grado son bastante similares en apariencia a las células cervicales sanas, mientras que las células de alto grado tienen una apariencia más anormal. Cuanto más anormales parezcan las células del cuello uterino, es más probable que se hayan extendido hacia fuera de la mucosa cervical y otros tejidos.

Detección

Las células anormales suelen verse por primera vez en una prueba de Papanicolaou, que es realizada típicamente en un examen ginecológico de rutina y cuyo procedimiento consiste en obtener una muestra de algunas de las células del cuello uterino, examinarlas bajo un microscopio y denominarlas como normales, de bajo grado o de alto grado. Si la prueba de Papanicolaou detecta células anormales, se debe realizar una biopsia del cuello uterino para obtener células adicionales y analizarlas nuevamente.

Causas

La causa principal del cáncer cervical, según la Sociedad Americana del Cáncer, es una infección previa con el virus del papiloma humano, también conocido como VPH. Este puede infectar las células del cuello uterino y provocar cambios genéticos, dando lugar a las células que crecen anormalmente. Existen cientos de cepas de este virus, pero sólo algunas causan los cambios genéticos asociados con el cáncer cervical. Dos tercios de todos los casos de cáncer cervical están asociados con una infección de VPH-16 y VPH-18. Otros factores, como un sistema inmune debilitado, el hábito de fumar y el uso de anticonceptivos orales, pueden predisponer a una mujer para desarrollar cáncer cervical.

Pronóstico

A menudo, las células de cáncer de cuello uterino de bajo grado desaparecen por sí solas, y por tanto, no requieren tratamiento inmediato. Sin embargo, las pacientes deben tener una prueba de Papanicolaou cada tres o seis meses para observar si las células anormales están progresando hacia células cancerosas de grado alto o potencialmente invasoras. Si las lesiones de bajo grado persisten por más de dos años, el médico puede recomendar algún tratamiento adicional como medida preventiva.

Tratamiento

Las células de cáncer cervical de bajo grado pueden tratarse de muchas maneras, por ejemplo, mediante la técnica de escisión electro-quirúrgica, procedimientos con láser o de congelación como parte de la crioterapia.