Según estudios, se afirma que millones de adolescentes se embarazan cada año y el 95 por ciento de esos embarazos son no deseados. De esos embarazos no deseados, casi un tercio termina en aborto. En este artículo brindaremos información que puede ser útil tanto para evitar los embarazos en las adolescentes, como para educar a aquellas que deciden ser madres a tan corta edad.

Síntomas

Una mujer puede estar embarazada si ha tenido relaciones sexuales y presenta los siguientes síntomas:

• Ausencia de la menstruación
• Un período escaso y corto
• Dolor, sensibilidad e hinchazón en los senos
• Náuseas y vómitos
• Fatiga
• Necesidad frecuente de orinar
• Cambios de humor

Estos síntomas a menudo varían de mujer a mujer, no solo en la intensidad, sino también en la rapidez con que se presentan.

Si una mujer no ha visto su período, no debe asumir que está embarazada, es posible que la duración de su ciclo menstrual haya variado. Pero si tiene alguno o todos esos síntomas y no desea acudir inmediatamente a una clínica, puede comprar una prueba de embarazo en cualquier farmacia. La prueba reacciona a una de las muchas hormonas en el cuerpo femenino, la hormona llamada HCG (hormona gonadotropina humana), la cual está en su cuerpo sólo durante el embarazo. Es muy importante asegurarse de seguir correctamente las instrucciones del test, para obtener el resultado real. Esto se puede hacer a cualquier hora del día, pero la orina es más concentrada en la mañana. También se recomienda no consumir aspirina el día anterior ni el día de la prueba.

Los resultados pueden ser:

1. Positivo: Casi siempre significa que la mujer está embarazada. Los falsos positivos (pruebas que dice que usted está embarazada cuando en realidad no lo son) son muy raros. Algunos elementos que provocan un falso positivo incluyen la marihuana, la aspirina, las hormonas, las píldoras anticonceptivas, la metadona, los tranquilizantes, entre otros.

2. Negativo: Por lo general, significa que la mujer no está embarazada. Los falsos negativos (pruebas que dicen que no está embarazada cuando realmente lo está) son bastante comunes. Esto sucede si todavía es demasiado temprano para obtener resultados precisos sobre el embarazo.

El embarazo

Ahora bien, decidir qué hacer con un embarazo no deseado puede ser difícil. Cuando una joven decide tener un bebé y cuidar de él, esto puede significar un gran cambio en su vida. Tener un hijo es maravilloso, pero también conlleva trabajar duro y hacer sacrificios. En estos casos es muy importante tener el apoyo del padre del bebé, así como de los padres de la pareja, pero se sabe que hay situaciones en las que la joven debe enfrentar la maternidad sola.

Es esencial que la mujer comience a obtener la atención prenatal poco después de saber que está embarazada. De esa forma ayuda a mantenerse sana a sí misma y a su futuro bebé.  El cuidado prenatal es especialmente importante para las adolescentes, ya que tienen más probabilidades de tener un bebé con bajo peso al nacer, un riesgo que lo hace más propenso a padecer enfermedades graves. Un examen temprano en el embarazo puede ayudar a prevenir ese tipo de complicaciones.

Las adolescentes están más expuestas a comer alimentos inadecuados durante el embarazo. Es importante recordar que todo lo que se come, lo come el bebé también. Por tanto, para tener un bebé sano, la futura madre debe comer los alimentos adecuados.

Lo mismo ocurre con el consumo de alcohol durante el embarazo. Si se toma cualquier tipo de alcohol, este lega a su bebé de inmediato, lo que puede resultar en un bebé con Síndrome de Alcohol Fetal. Este síndrome es responsable de muchos bebés con retraso mental, anormalidades físicas, problemas en el corazón. Lo más responsable y seguro es no ingerir alcohol durante el embarazo y la lactancia.

Prevención

Actualmente existe una variedad de métodos que pueden prevenir el embarazo en la adolescencia. El primero es la abstinencia, pero si una joven decide tener relaciones sexuales, debe estar informada acerca de cómo evitar quedar embarazada y exigirle a su pareja el uso del condón, que no solo la protege de embarazos no deseados, sino también de las enfermedades de trasmisión sexual. Además de los preservativos se pueden utilizar las pastillas anticonceptivas, los dispositivos intrauterinos o las vacunas, pero esto solo puede ser orientado por un médico.