Las pruebas de Papanicolaou y la detección de enfermedades

papanicolauSegún la Sociedad Americana del Cáncer, la tasa de mortalidad por cáncer de cuello uterino ha disminuido casi un 70 por ciento desde que las pruebas de Papanicolaou comenzaron a utilizarse para detectar a tiempo el cáncer de cuello uterino. La prueba es un procedimiento simple, indoloro, que se centra en buscar cambios precancerosos y cancerosos en las células del cuello uterino. La tecnología desarrollada en la década de 1990 ha convertido a la prueba de Papanicolaou en la más sensible para identificar células anormales en esta parte del cuerpo femenino.


Cáncer cervical

El cáncer cervical es el cáncer del cuello o la parte inferior del útero. Se plantea que es provocado frecuentemente por determinados tipos del virus del papiloma humano, o VPH, un virus que está presente en la mayoría de las mujeres sexualmente activas. Estos virus en particular pueden causar cambios en las células del cuello uterino y más tarde pueden conducir al desarrollo de cáncer.

Las condiciones precancerosas y el cáncer cervical inicial no presentan síntomas, por lo que la detección de la enfermedad en etapas menos avanzadas es esencial. Precisamente, la prueba de Papanicolaou es la que se utiliza para buscar estos cambios. Se conoce con ese nombre debido al médico que la desarrolló por primera vez en 1930, quien se llamaba George Papanicolaou. Dicha prueba consiste en tomar un raspado de células del cuello uterino, colocarlas en un portaobjetos y luego examinarlas bajo el microscopio para detectar cambios que pueden indicar cáncer o condiciones precancerosas.

Estas células son recogidas en un consultorio médico, mediante un instrumento llamado espéculo que abre la vagina y permite visualizar mejor el cuello uterino. A continuación se utiliza una espátula para raspar el borde exterior del cuello del útero y un cepillo para raspar el interior del mismo. De esa forma, la espátula y el pincel recogen células para examinarlas con un microscopio, ya sea mediante una prueba de Papanicolaou de base líquida, donde los raspados se preservan y se procesan en un tipo especial de solución antes de ser examinados, o mediante las pruebas de Papanicolaou convencionales, en las que las células son frotadas directamente sobre un portaobjetos de vidrio.

En ambas pruebas, las células sobre el portaobjetos de vidrio son teñidas con colorante, de modo que puedan ser vistas y analizadas bajo el microscopio por un profesional de laboratorio o patólogo. En las pruebas de Papanicolaou de base líquida, los portaobjetos de vidrio también pueden ser examinados por un sistema informático para determinar si hay células anormales.

Ambas pruebas constituyen vías muy sensibles para detectar células cervicales anormales, pero la prueba de base líquida tiene algunas ventajas, entre ellas que las células recolectadas pueden ser utilizadas para identificar no solo un cáncer cervical, o el virus del papiloma humano, sino también otros tipos de infecciones. Otra ventaja es que las células pueden observarse con mayor facilidad bajo el microscopio, al no oscurecerse tan fácilmente por la sangre o moco.

Se recomienda que las mujeres comiencen a ser examinadas para la detección del cáncer de cuello uterino a partir de los 3 años de la primera relación sexual. La frecuencia con la que se debe realizar el examen varía de acuerdo a la edad de la mujer y determinadas circunstancias. Un profesional de la salud puede determinar cuándo se debe realizar, basándose en el historial médico y los resultados de pruebas anteriores.


Verrugas genitales

El cuello del útero se encuentra en la parte inferior del útero y se abre hacia la vagina. Los cambios que pueden ocurrir en las células de esta área pueden ser detectados mediante una prueba de Papanicolaou, ya sea la presencia de un cáncer de cuello uterino o de otras enfermedades como el virus del papiloma humano (VPH), que puede causar las conocidas verrugas genitales.

El VPH es la enfermedad de transmisión sexual más común en varios países. La vía de contagio más frecuente es el sexo oral, vaginal o anal, con una persona que tenga el virus. Los profesionales de la salud advierten que es posible que una persona tenga el VPH sin presentar los signos o síntomas de la enfermedad, ya que la misma puede tener un período de latencia muy largo.

Existen más de 70 tipos del VPH, entre ellos varios que causan las verrugas genitales. Otros pueden causar cambios cervicales precancerosos, conduciendo al cáncer cervical o cáncer anal. Estos son los tipos del VPH de alto riesgo.

Las verrugas genitales pueden ser planas o elevadas, con crecimientos en forma de coliflor y con frecuencia tienen un color carne. Cuando las verrugas genitales aparecen en la genitalia externa, como los pliegues de la piel alrededor de la vagina o el ano, a menudo son más fáciles de detectar, sin embargo, las verrugas genitales pueden formarse dentro de la vagina, el cuello del útero y dentro del ano, casos en los que solo se detectan durante una prueba de Papanicolaou. Generalmente las mujeres contagiadas no experimentan ningún otro síntoma.

Se dice que aproximadamente el 30 por ciento de las verrugas genitales desaparecen sin tratamiento. Si una persona no quiere esperar, existen medicamentos que pueden ayudar a destruir el tejido de la verruga, así como impulsar el sistema inmunológico del cuerpo para ayudar a combatir la infección. En los casos en que las verrugas son muy grandes, los pacientes podrían tener que recurrir a las opciones quirúrgicas, tales como la congelación de la verruga o quemarla con un láser.

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