Cuando una mujer se vuelve sexualmente activa o alcanza los 18 años de edad, ya debe comenzar a hacerse exámenes regulares anuales con un ginecólogo para proteger su salud. Durante un examen anual es típico que se realice un examen pélvico completo, incluyendo una prueba de Papanicolaou, la cual permite tomar una muestra de células, que luego serán examinadas en busca de un posible cáncer o anomalías potenciales.

La prueba

Durante el examen, el ginecólogo inserta un espéculo para proporcionar un acceso claro al cuello uterino. La inserción del espéculo no debe causar dolor o pellizcos. Si lo hace, se debe informar al ginecólogo inmediatamente. Los espéculos varían en tamaño y puede que se esté utilizando uno inapropiado para el cuerpo de la mujer. El ginecólogo se dispondrá a tomar una muestra de las células del cuello del útero haciendo uso de varias herramientas. Este proceso puede ser un poco incómodo, similar a lo que se siente con un pellizco y puede causar algo de sangrado leve o manchado. Nunca debe ser doloroso, si lo es, se le debe comunicar al médico rápidamente.

Por lo general es mejor tener una prueba de Papanicolaou de 10 a 20 días después del último período. Aunque dicha prueba puede realizarse mientras se tiene la menstruación, la sangre menstrual puede causar resultados anormales.

Si una mujer regularmente encuentra la prueba de Papanicolaou muy incómoda, puede considerar tomar ibuprofeno antes de su examen. De la misma forma, debe consultar con el ginecólogo cualquier signo de dolor o hemorragia asociados a la prueba de Papanicolaou.