Herpes genital

http://www.dreamstime.com/-image24379375El herpes genital es causado por el virus del herpes simple II (HSV-II). La infección se transmite durante las relaciones sexuales o por otro contacto íntimo con los genitales, la boca o el área rectal. Una vez que la persona está infectada, el virus permanece en su cuerpo por el resto de su vida. Por lo general, permanece en un estado inactivo, lo que significa que no causa síntomas.


El virus puede activarse en cualquier momento, y en algunas personas, la enfermedad puede reaparecer con frecuencia. Los brotes pueden ser causados ​​por el estrés físico o emocional, la ropa ajustada, relaciones sexuales sin suficiente lubricación, la menstruación o el estrés de una enfermedad como la gripe.

El herpes es muy contagioso, especialmente cuando están presentes las úlceras, sin embargo, puede ser contagioso incluso cuando no hay llagas evidentes. Después de su primer brote de herpes, algunas personas portan partículas virales activas, a pesar de no tener ningún síntoma en sí. Es muy importante saber que una persona puede contagiar a otra aunque no tenga llaga alguna, y a su vez, puede contagiarse incluso si la pareja tampoco las tiene.

El herpes se puede diagnosticar con una citología de una lesión tomada por un profesional de la salud, aunque generalmente el diagnóstico se basa en los síntomas.

Síntomas

El período de incubación del herpes genital es de 2 a 12 días. Los síntomas iniciales incluyen hormigueo, picazón y dolor en el área genital, seguida por una erupción de pequeñas ampollas claras. Las ampollas suelen aparecer en grupos. Estas lesiones se rompen al quinto día aproximadamente y forman úlceras húmedas que son dolorosas al tacto, al tener relaciones sexuales, al orinar. El dolor también se presenta en los ganglios linfáticos, en la ingle y en el área que rodea las ampollas.

En las mujeres, las ampollas pueden aparecer en la vulva, en la vagina o en cualquier lugar en el área genital. En los hombres, la infección puede causar lesiones en el pene, en el glande, el escroto y en ocasiones, en la uretra. Algunas personas infectadas con herpes genital no tienen síntomas en absoluto.

Algunos de los síntomas de brotes recurrentes pueden incluir:


  • Llagas dolorosas (ampollas) en los genitales de ambos sexos, los muslos o las nalgas
  • Sensación de hormigueo y picazón
  • Fiebre (con frecuencia sólo con el primer brote de ampollas)
  • Síntomas similares a la gripe (dolor de cabeza, dolor muscular, fiebre, escalofríos, fatiga)
  • Secreción vaginal
  • Dolor al orinar
  • Relaciones sexuales dolorosas
  • Ganglios linfáticos inflamados en la ingle

Tratamientos comunes

El herpes genital no se puede curar. El virus permanece en el cuerpo para siempre, pero generalmente permanece inactivo la mayor parte del tiempo, no obstante existen medicamentos que pueden ayudar a tratar los síntomas y prevenir el riesgo de transmitir el herpes genital a la pareja.

Prevención

En este punto lo más importante es preguntar y hablar. Es preciso preguntarle a la pareja si ha tenido herpes, ya que la enfermedad puede propagarse desde áreas no protegidas por los condones, como la ingle, muslos y abdomen. De todas formas es indispensable usar condones cada vez que se tengan relaciones sexuales.

También se debe evitar el sexo oral-genital y oral-anal con alguien que tiene herpes labial, al igual que si usted lo tiene. El herpes labial es causado por el VHS-I y puede infectar los genitales.

Pregunte a su médico

Consultar a un médico es el primer paso ante cualquier duda o sospecha relacionada con el herpes.

De igual forma, si una mujer embarazada tiene una historia de herpes, debe informarlo a su obstetra. Es posible transmitir la enfermedad al bebé durante el parto. Además, si se tiene un brote en el momento del parto, generalmente se realiza la cesárea en lugar de un parto vaginal para evitarle complicaciones al niño.

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