Las verrugas genitales constituyen una de las enfermedades de transmisión sexual (ETS) más comunes en el mundo, cuya causa es la infección con el virus del papiloma humano (VPH). Este virus es el responsable de las verrugas en cualquier parte del cuerpo, pero sólo ciertos tipos se transmiten sexualmente.

Alrededor de un tercio de todos los virus de tipo VPH se transmite por contacto sexual y sólo vive en las áreas genitales del cuerpo. Las verrugas genitales son provocadas por un único tipo de VPH, mientras que otros más graves pueden causar cáncer de cuello uterino y otros cánceres genitales.

Al igual que muchas de las enfermedades de transmisión sexual, el VPH por lo general causa una infección silenciosa, es decir, que no tiene síntomas visibles.

Síntomas

En las mujeres, las verrugas se producen en el exterior y en el interior de la vagina, los labios, el cuello uterino, alrededor del ano o en los muslos. En los hombres, las verrugas genitales son menos comunes, pero en caso de estar presentes, se observan en la punta del pene. A veces también se encuentran en el escroto o alrededor del ano. Las verrugas genitales también pueden desarrollarse en la boca o garganta de una persona que haya tenido contacto sexual oral con una persona infectada, aunque esto no es muy frecuente.

Las verrugas pueden aparecer elevadas o planas, pequeñas o grandes, solas o agrupadas en forma de coliflor. Normalmente, son de color carne y no duelen, pero en algunas ocasiones tienen un color ligeramente rosado o gris. Rara vez pueden causar picazón, dolor o sangrado.

El período de incubación de las verrugas genitales es de dos a cuatro meses, y puede demorar de cuatro a seis semanas para infectar a la pareja con el virus. Pueden transcurrir hasta 9 meses para que las personas infectadas vean aparecer las verrugas.

Los virus del papiloma de bajo riesgo pueden causar verrugas pero no el cáncer cervical. Esto solo es provocado por la infección de los virus de alto riesgo, los cuales también se asocian al  cáncer vulvar, cáncer anal y de pene (un cáncer poco común). Aunque la mayoría de las infecciones por VPH no progresan a cáncer, es particularmente importante para las mujeres que tienen displasia cervical se realicen pruebas de Papanicolau regulares, ya que las enfermedades cervicales potencialmente precancerosas pueden ser curadas fácilmente si se detectan a tiempo.

Un médico generalmente puede diagnosticar las verrugas genitales mediante examen visual directo, pero en las mujeres con verrugas genitales también deben ser examinadas con una prueba de Papanicolaou para descartar una posible infección por VPH en el cuello uterino.

Tratamientos comunes

Dependiendo de factores como el tamaño y ubicación, las verrugas genitales son tratadas de varias maneras. Tenga en cuenta que si bien los tratamientos pueden eliminar las verrugas, ninguno elimina totalmente al virus y las verrugas reaparecen a menudo después del tratamiento.

Los tratamientos comúnmente incluyen solución de podofilina, que se aplica en la zona afectada por un médico o una enfermera, y se utiliza mejor en pequeñas verrugas externas. El área de aplicación necesita ser lavada después de una a cuatro horas, y tiene que ser tratada por varias semanas en la mayoría de los casos. Este tratamiento es seguro y relativamente barato, pero causa algo de dolor y malestar. No debe ser utilizado si se está embarazada.

Las pequeñas verrugas también pueden eliminarse mediante criocirugía (congelación), electrocauterización (quemado) o tratamiento con láser. En ocasiones, es necesario practicar una cirugía para eliminar las verrugas grandes que no han respondido a otros tratamientos. Algunos médicos utilizan medicamentos antivirales para el tratamiento de verrugas, inyectándolos directamente en ellas. Esto suele ser costoso y no reduce la tasa de recurrencia.

Por último, existe la posibilidad de dejar que las verrugas desaparezcan por sí solas. Entre el 20 y 30 % de las verrugas no cervicales se cura por sí mismas dentro de los tres meses aproximadamente.

Prevención

La única manera de prevenir la infección por VPH es evitar el contacto directo con el virus, que se transmite por contacto de piel a piel. Si las verrugas son visibles en la zona genital, el contacto sexual debe evitarse hasta que se traten las verrugas. El uso de un condón de látex durante las relaciones sexuales puede proporcionar cierta protección y normalmente previene que las verrugas se transmitan hasta el cuello uterino, pero eso no constituye una garantía.

Pregunte a su médico

Si una persona observa que han aparecido verrugas en sus genitales, debe consultar a su médico inmediatamente porque no hay manera de predecir si las verrugas crecerán o desaparecerán. Un especialista puede indicar cuál es el mejor camino a seguir.